El papel de los progenitores en el deporte infantil
A continuación, se resumen las tareas educativas de las y los responsables en el entorno familiar:
- Favorecer la participación deportiva de las niñas. Los progenitores deberían plantearse la práctica deportiva como una actividad extracurricular, ya que no basta con la educación física en la escuela. Seguro que tendrán que competir con la voluntad de la hija para realizar otras actividades.
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Ayudar a las hijas a decidir qué deporte practicar. Se trata de asesorar y proporcionar acceso a toda la información disponible para que la niña pueda elegir una actividad deportiva a su alcance, pero también al alcance del entorno familiar (económica y logísticamente). Es muy importante que la hija pueda escoger el deporte según sus preferencias, en lugar de forzarla a la práctica del deporte deseado por la familia.
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Ayudar en la elección del deporte. Cada niña es importante y cada niña es diferente.
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Facilitar la participación deportiva y la elección de un club. Cuando las hijas son pequeñas, la decisión a la hora de escoger un club puede ser determinante para la historia deportiva de sus hijas. Es difícil acertar a la primera, pero la elección debería cubrir los deseos y expectativas tanto de los progenitores como de las hijas. Es muy importante la labor de madres y padres de comprobar la calidad psicopedagógica de los/las monitores/as y entrenadores/as.
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Mostrar interés por las actividades deportivas de las hijas. La mejor prueba del interés de las madres y padres es que las hijas puedan hablar con ellos de sus experiencias deportivas, tanto positivas como negativas. Para poder ser buenos interlocutores, madres y padres deben procurar asistir como espectadores a las competiciones de sus hijas, e idealmente, también a algunos entrenamientos.
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Asegurar que las niñas practican deporte de una manera saludable. La educación deportiva debería formar parte de una educación más global vigente en todos los ámbitos importantes en la maduración de la niña deportista. En este sentido, se puede trasladar al ámbito académico y al familiar, y luego en el ámbito laboral, poniendo énfasis por el máximo esfuerzo en hacerlo lo mejor posible, evitando la presión de los resultados inmediatos.
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Ayudar en las tareas logísticas del club o escuela deportiva. Se ha comentado que es importante la implicación de madres y padres y otros miembros del entorno familiar asistiendo a competiciones y entrenamientos. Entre otras cosas, esto permitirá valorar la progresión deportiva de vuestra hija. Pero además, se recomienda la colaboración activa de los progenitores como miembros de la junta directiva del club.
Mejorar el estilo personal de madres y padres
El deporte no es una excepción para los progenitores, quienes siempre quieren lo mejor para su hija en todos los ámbitos cotidianos. Sin embargo, el estilo personal relacionado con el deporte de tu hija puede ser diverso y no siempre puede aportar los beneficios y aspectos positivos deseados. Nos basamos en las aportaciones de psicólogos y psicólogas del deporte expertos en iniciación deportiva para identificar distintos estilos relacionados con la experiencia deportiva de tu hija.
A continuación se describen las características generales de estos estilos, teniendo en cuenta que no todos son autoexcluyentes y que podéis mostrar una combinación de estilos:
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El estilo desinteresado: Las madres y padres desinteresados/as son los que no reconocen el valor del deporte en la educación de su hija y se caracterizan por no asistir nunca a los entrenamientos y competiciones de su hija ni interesarse por sus progresos.
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El estilo espectador: Van a casi todas las competiciones pero nunca dicen ni hacen nada. Probablemente, tu hija agradecerá vuestra implicación y se sentirá con más autoconfianza si te ve en la grada.
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El estilo entrenador auxiliar: Suelen conocer el deporte que practica su hija. A veces, contradicen
las instrucciones del entrenador/a y, debido a que su hija está pendiente de sus indicaciones y reacciones, desorganizan el juego del equipo. Este tipo de padres y madres también suelen dar a conocer sus opiniones a otros padres, madres o directivos/as en momentos y lugares que no son los más adecuados.
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El estilo animador: Se caracterizan por aplaudir y gritar con palabras o frases motivadoras las
acciones deportivas de su hija y del equipo. Y siguen animando incluso cuando el resultado es negativo o cuando la hija o alguien del equipo no tiene una actuación acertada.
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El estilo hipercrítico: Los padres y madres “hipercríticos/as” suelen tener expectativas y objetivos poco realistas respecto la progresión deportiva de su hija. Suelen tener expectativas y objetivos poco realistas respecto la progresión deportiva de su hija. Son muy exigentes con su actuación y casi nunca están satisfechos/as. Refuerzan poco y, en cambio, critican a menudo, constituyendo una causa de estrés para su hija.
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El estilo fairplay: Las madres y padres con “fairplay” son por defecto padres y madres “animadores/as” con el valor añadido de “fairplay”. Acuden a todas las competiciones y actividades deportivas que pueden, considerándolo una prioridad que se encaja en su tiempo libre; animan no solo a su hija, sino también al resto del equipo; continúan animando en los momentos difíciles; nunca se ponen con el/la árbitro/a o el/la entrenador/a si no es para hacer alguna crítica evidente pero respetuosa; nunca se ponen con la actuación de las contrincantes porque entienden que son los iguales de su hija que está compitiendo, y por eso son incluso capaces de animarlas en situaciones especiales.
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El estilo vociferante: Las madres y padres “vociferantes” son aquellos que actúan como cuando presencian una competición profesional: gritando o insultando a los/las árbitros/as, jugadores/as y entrenadores/as rivales y, a veces, a miembros del propio equipo. En general, son poco pacientes, escuchan poco a otros y están poco predispuestos a cambiar su conducta.
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El estilo sobreprotector: Los padres y madres “sobreprotectores/as” son, generalmente, exageradamente cautelosos con los riesgos que conlleva el deporte que practica su hija. Hacen comentarios angustiosos sobre algunas jugadas o movimientos y amenazan con sacar a sus hijas del club.