Enfermedad de las encías: cómo prevenirla y tratarla
La enfermedad de las encías, más conocida como gingivitis, es una inflamación de los tejidos que rodean y sostienen al diente (periodonto), causada principalmente por la acumulación de placa bacteriana.
Es importante destacar que la prevalencia de la gingivitis en niños puede ser igual o mayor que la de las caries dentales, pero ha recibido mucha menos atención respecto a su impacto a largo plazo en la salud general.
La placa bacteriana es una capa pegajosa e invisible de bacterias que se forma sobre los dientes y encías. Estas bacterias producen toxinas que irritan y dañan las encías. Si no se trata a tiempo, la enfermedad de las encías puede volverse grave, causando que los dientes se aflojen o incluso se pierdan. De ahí la importancia de una buena higiene dental.
¿Quiénes corren mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de las encías?
La gingivitis y la periodontitis son dos formas principales de enfermedades inflamatorias que afectan el periodonto, siendo la placa bacteriana su principal causa.
Algunas personas tienen predisposición genética a desarrollar problemas en las encías, heredados de sus padres. Además, la dieta influye en el riesgo: el consumo elevado de azúcares y alimentos ricos en almidón favorece el crecimiento las bacterias muy agresivas que pueden generan inflamación de las encías, sangrado y dolor.
Otros factores de riesgo incluyen el tabaquismo, ciertos medicamentos (como los que reducen la producción de saliva) y el consumo de alcohol y drogas, que afectan negativamente en la capacidad de nuestra boca para defenderse a la agresión bacteriana.
Los cambios hormonales durante la adolescencia también pueden hacer que las chicas sean más propensas a desarrollar esta enfermedad.
Cómo evoluciona la enfermedad de las encías
La enfermedad de las encías se desarrolla en etapas:
Gingivitis: es una inflamación de las encías que no provoca pérdida de la unión entre los tejidos. Es reversible, podemos frenar su aparición con un correcto cepillado y uso de hilo dental. Afecta a más de la mitad de niños y adolescentes. Sus signos incluyen encías inflamadas, enrojecidas y que sangran fácilmente al cepillarse. Si no se elimina la placa diariamente, esta se endurece formando sarro, que irrita aún más las encías.
Periodontitis: cuando el sarro no se elimina, las encías empiezan a separarse de los dientes. A diferencia de la gingivitis, ésta sí causa la pérdida de tejido conectivo y hueso alveolar. Esta fase más avanzada, llamada periodontitis, destruye el tejido y el hueso que soportan los dientes, pudiendo hacer que se aflojen o se caigan. Aunque es menos común en adolescentes, puede ocurrir y causar problemas serios si no se trata a tiempo.
¿Cómo se detecta y como se trata?
La enfermedad de las encías puede ser difícil de detectar, ya que a veces no causa dolor en las primeras etapas. Por eso, es fundamental acudir regularmente al dentista.
Consulta al dentista si observas alguno de estos signos en tu hijo:
Sangrado frecuente de las encías al cepillarse o usar hilo dental.
Cambio de color en las encías (deben ser rosadas y firmes, no rojas ni inflamadas).
Signos de que las encías se separan de los dientes.
Mal aliento persistente.
Dientes con movilidad (no fisiológica).
El tratamiento de la gingivitis inducida por placa incluye mejorar el control de placa mediante un buen cepillado dental junto con el uso del hilo dental. Estos hábitos suelen ser suficientes para revertir la gingivitis. En casos donde esto no es suficiente, se recomienda la eliminación profesional del cálculo.
Además, el uso de agentes antibacterianos tópicos, como enjuagues bucales, puede ayudar a reducir la cantidad de bacterias en la superficie de las encías. En casos de gingivitis persistente, se deben evaluar factores sistémicos que puedan afectar la salud gingival.
En la periodontitis, el tratamiento es más complejo e incluye procedimientos como el raspado y alisado radicular para eliminar el sarro subgingival. En casos severos, puede requerirse cirugía periodontal o el uso de antibióticos sistémicos. El tratamiento es llevado a cabo por el dentista o un periodoncista (especialista en enfermedades de las encías).
Consejos preventivos para el cuidado dental infantil
La enfermedad de las encías puede prevenirse siguiendo estas recomendaciones:
Cepillado dental adecuado: debe empezar con la erupción del primer diente. El cepillado debe ser rápido y efectivo. Debe abarcar todas las caras del diente y no olvidarse de la zona marginal del diente, donde se une el diente y la encía. Ahí es donde debemos prestar más atención. No hay una técnica específica, debe ser adaptada a cada niño.
Frecuencia y duración: cepillado dos veces al día durante 2 minutos.
Cepillo y pasta: cepillo pequeño y suave. Pasta con flúor (1000 ppm para menores de 3 años y 1000-1450 ppm para mayores de 3 años).
Reemplazo del cepillo: cambiarlo cada 3-4 meses o cuando las cerdas se desgasten.
Niños con necesidades especiales: considerar adaptaciones en los cepillos y mayor concentración de flúor si hay riesgo de caries.
Hilo dental: uso diario para limpiar entre los dientes, empezar cuando los dientes estén en contacto, motivar el cepillado de forma divertida. Ayuda a eliminar la placa entre los dientes, donde el cepillo no llega.
Enjuague bucal: usar enjuague con flúor si lo recomienda el dentista.
Dieta saludable: limitar el consumo de azúcares y alimentos procesados que favorecen el crecimiento de bacterias.
Visitas regulares al dentista: acudir al menos dos veces al año para chequeos y limpiezas profesionales.
Conclusión
La salud de las encías es clave para mantener los dientes sanos a lo largo de la vida.
Una buena higiene bucal y visitas regulares al dentista son esenciales para prevenir problemas que podrían complicarse en el futuro. No subestimes la importancia del cuidado dental: ¡Prevenir siempre será la mejor opción!
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Muchos padres confían mucho en el chupete para calmar al bebé, pero ¿es realmente adecuado? A continuación listamos una serie de pros y contras respecto a su uso y algunos consejos.
Que el estrés y la ansiedad pasan factura a nuestra salud y en la de nuestros hijos quizá ya lo sabías, pero quizá desconocías que tiene un efecto directo en la salud bucodental de los más pequeños. ¿Cómo les afecta? ¿Qué síntomas nos pueden hacer pensar que nuestros hijos están estresados?
La caries es un problema de salud bucodental muy común entre la población infantil y la mayoría de causas son prevenibles. Está pues en vuestras manos contribuir a reducir la prevalencia de este problema de salud pública.
De pequeños nos han enseñado que utilizar un cepillo de dientes de forma regular es una de las mejores maneras de mantener los dientes y las encías saludables. Pero, ¿qué cepillo de dientes es mejor?
El flúor, presente en la pasta dental, protege los dientes de las caries. La caries sigue siendo un problema común en la infancia, causada por bacterias en la boca que se alimentan de azúcares y dañan el esmalte dental.