La endometriosis es una enfermedad ginecológica crónica en la que el tejido endometrial crece fuera del útero, causando dolor e inflamación. Puede afectar distintos órganos y se asocia con síntomas como dolor pélvico, reglas abundantes e infertilidad. Su diagnóstico se basa en la exploración clínica y pruebas de imagen como la ecografía y la resonancia magnética. Aunque no tiene cura, existen tratamientos que pueden mejorar la calidad de vida, incluyendo cambios en la alimentación, medicación y, en algunos casos, cirugía.
La endometriosis es una enfermedad ginecológica crónica que se produce cuando el tejido que normalmente cubre el interior del útero (tejido endometrial) crece fuera del mismo, en lugares donde no debería estar. Normalmente, este tejido se localiza en la pelvis pero, en ocasiones, también puede aparecer en otras partes de la cavidad abdominal.
Esta patología afecta aproximadamente entre el 5 y el 10% de las mujeres en edad fértil, siendo entre los 35 y los 49 años la franja de edad más común en el diagnóstico.
El tejido endometrial responde al ciclo hormonal, lo que hace que se desprenda y se inflame cada mes durante la menstruación. Cuando este tejido crece fuera del útero, actúa igual que si estuviera en su interior, produciendo dolor.
La causa exacta de la endometriosis es desconocida, aunque se cree que es el resultado de una combinación de varios aspectos, incluyendo factores genéticos, inmunológicos, ambientales u otros.
¿Qué tipos de endometriosis podemos encontrar?
Hay cuatro tipos de endometriosis:
Endometriosis peritoneal: aparece tejido endometrial en la superficie del peritoneo (capa que recubre la cavidad abdominal y los órganos que contiene esta cavidad).
Endometriosis ovárica: hay tejido endometrial en los ovarios formando cavidades llenas de sangre, conocidas como endometriomas.
Endometriosis profunda: en los casos en que el tejido endometrial afecta a diferentes órganos (intestino, vejiga, uréter, pulmón, pleura...) y a estructuras que están por debajo del peritoneo.
Adenomiosis: aparece tejido endometrial en el tejido muscular del útero (miometrio).
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas de la endometriosis son, principalmente:
Muchas pacientes con endometriosis también tienen cansancio u otros síntomas como hinchazón abdominal, náuseas o alteraciones del estado de ánimo, entre otros síntomas.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de endometriosis se sospecha cuando una mujer sufre dolor durante la menstruación, sobre todo si el dolor aparece de nuevo y empeora con el tiempo. Para poder realizar este diagnóstico, en primer lugar, es necesario hacer una exploración ginecológica completa:
Historia clínica: es importante preguntar a la paciente sus síntomas, cuándo empezaron, cómo han ido evolucionando, si mejoran con medicación analgésica, etc. Esta información permite conocer la calidad de vida de la paciente y cómo se ve afectada por la enfermedad.
Exploración ginecológica: mediante un tacto vaginal se puede determinar si el útero se encuentra adherido a los órganos que le rodean.
Además de la historia clínica y de la exploración ginecológica, se pueden realizar diferentes pruebas diagnósticas complementarias:
Ecografía transvaginal: permite determinar el tamaño del útero, así como la presencia de adenomiosis y/o endometriomas. Si se realiza una correcta preparación intestinal (con limpiados o enemas), también se puede estudiar el recto-sigma y la vejiga.
Resonancia magnética pélvica: permite ver si existen zonas de endometriosis en lugares más profundos o en el ovario.
Se puede complementar el estudio con colonoscopia, cistoscopia o enema opaco, en función de la clínica o síntomas que presente la paciente.
La laparoscopia no se recomienda como prueba diagnóstica, ya que las pruebas anteriores suelen ser más eficientes y menos costosas.
¿Cuál es su tratamiento?
El tratamiento de la endometriosis debe realizarse a largo plazo para evitar que la enfermedad empeore y provoque dolor o dificultad para que la mujer se quede embarazada.
El tratamiento debe individualizarse según las manifestaciones clínicas, el deseo de quedarse embarazada, la edad, el grado de extensión de la enfermedad y la opinión de la paciente.
Aunque no existe un tratamiento definitivo de la endometriosis, sus síntomas se pueden gestionar adecuadamente y proporcionar a la paciente una calidad de vida adecuada.
Dentro de las opciones de tratamiento se encuentran:
Tratamiento no farmacológico: Mantener una alimentación saludable, intentar reducir los alimentos que se consideran inflamatorios (azúcar, cafeína, lácteos, carne roja, etc.), así como los que aumentan la estimulación hormonal. Es necesario realizar ejercicio físico regular y evitar tóxicos como el alcohol y el tabaco.
Tratamiento farmacológico:
Antiinflamatorios (Ibuprofeno, Naproxeno, Diclofenaco, etc.) para aliviar el dolor y la inflamación.
Tratamiento hormonal para inhibir la estimulación del tejido endometrial y evitar que sangre. Dentro de este tipo de tratamiento se pueden dar anticonceptivos hormonales combinados, como primera opción, o análogos de la GnRH, danazol y gestrinona (con duración limitada duración limitada por sus efectos secundarios) o progestágenos para aliviar el dolor pélvico.
Tratamiento quirúrgico: se utiliza cuando los tratamientos mencionados no son suficientes para frenar el avance de la enfermedad o mejorar el dolor y si hay patología grave. El objetivo de la cirugía es eliminar los focos de la enfermedad fuera del útero. Si afecta a otros órganos, se necesita la colaboración de un equipo médico con varios especialistas como urólogos y cirujanos.
¿Qué otras cosas hay que tener en cuenta?
En caso de sospechar o sufrir una endometriosis, es importante ser atendida por profesionales expertos en este tipo de problemas de salud.
Llevar un diario de síntomas (por ejemplo, anotar cuándo ocurren y cómo es su intensidad) puede ayudar a los profesionales a entender mejor la situación de la paciente.
También es útil mantener hábitos saludables: dieta equilibrada, ejercicio regular y técnicas de manejo del estrés pueden ayudar a aliviar algunos síntomas.
La evolución y el pronóstico de la endometriosis varía ampliamente entre las pacientes. Aunque los tratamientos actuales no pueden curar la endometriosis, pueden ser realmente efectivos en el control de los síntomas y mejorar así la calidad de vida de la paciente.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
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