Niños, deporte y verano: consejos para practicar ejercicio con altas temperaturas

Llega el buen tiempo y con él las ganas de salir y aprovechar para hacer actividades al aire libre.

Cualquier actividad que pueda realizarse al aire libre será beneficiosa tanto para la salud física como mental. Para ello es importante seguir recomendaciones y evitar así posibles consecuencias negativas de las altas temperaturas, que se pueden alcanzar en los meses de más calor del año.

Los niños tienen, en comparación con los adultos, un sistema para regular la temperatura corporal más inmaduro, cuya consecuencia es una mayor dificultad para mantener una temperatura corporal adecuada en respuesta a cambios de la temperatura ambiente.

Es por ello que es importante que los adultos sean quien supervisen y controlen a los más pequeños en situaciones que pueden generar situaciones negativas para su salud, como pueden ser las altas temperaturas.

Recomendaciones a la hora de practicar ejercicio en época de calor

1. Tener en cuenta las franjas horarias: Evitar las horas centrales del día para realizar actividades físicas, sobre todo aquellas que no se practican en el agua.

2. Usar protección: No se trata únicamente de la protección solar a nivel cutáneo con las cremas solares, que deberían ser las que tienen un factor de protección alto, sino también a otros niveles. La ropa que llevan a la hora de practicar ejercicio/deporte debería ser ligera y de colores claros, en la medida de lo posible que transpiren y si están muy sudadas cambiarlas. Añadir gorras o gorros para proteger la cabeza y la cara de la exposición directa del sol. Depende del tipo de actividad que se realice, también es recomendable el uso de gafas de sol. Buscar zonas en las que exista el máximo espacio con sombra y si no es posible ir alterando descansos a la sombra.

3. Mantenerse hidratados: Los niños tienen mayor propensión a la deshidratación, en el momento que un niño tiene sed es que la hidratación ya no es la adecuada. Tener sed es una señal de necesidad de hidratarse y eso no debería ocurrir. Para ello es necesario que se beba agua cada veinte minutos, no es necesario beber mucha cantidad, pero hacerlo de manera regular. No hay que olvidar que no solo hay que beber durante la práctica deportiva, sino que hay que hacerlo también antes y después, tanto para prepararse como para recuperarse. Dependiendo del tipo de deporte se deberán hacer pausas para la hidratación.

4. Ajustar el tipo de actividades: Acortar tiempos y duración de los partidos, salidas o competiciones puede ser necesario en función del momento del día en que se realicen y de las necesidades individuales. El escoger el tipo de actividad va a depender mucho de cada individuo y de la familia. Cuando aprieta el calor apetece mucho estar “en remojo” y practicar cualquier deporte acuático va a ser ideal. El que sea en el agua ayudará a regular mejor la temperatura corporal, pero no hay que olvidar que igualmente hay que protegerse de los rayos solares y también hidratarse. En el caso de los más pequeños no hay que olvidar la seguridad, no solo el uso de accesorios para mejorar la flotabilidad, sino la vigilancia de los adultos en todo momento. Si la elección es de una actividad “en seco” es muy importante tener en cuenta todas las recomendaciones, sobre todo para evitar una insolación o lo que se conoce como “golpe de calor”. El objetivo de que un niño esté activo es que obtenga beneficios para su salud, de ahí la importancia de que ellos se diviertan, hagan lo que hagan y sea siempre bajo un marco de seguridad.